“Hay principios que no son negociables, por ejemplo los derechos humanos”.
Raquel y Jorge Witis vecinos de Martínez, un matrimonio, al que le toco vivir la trágica pérdida su hijo MARIANO producto del gatillo fácil, hace tiempo tomo la decisión de apostar a la vida y a la memoria trabajando comprometidamente en la defensa de los derechos humanos en nuestro país.
En la actualidad, Jorge y Raquel, junto a otros padres como Luís Bordón, Gustavo Melmann, Rosa Bru y Dolores Demonty, participan activamente en, el Plan Antimpunidad llevado adelante a través del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, y además, son miembros de la Comisión de la Memoria de Zona Norte. Buscan desde este lugar sencillamente que ningún joven más sea fucilado, que no se repita la historia y que la vida sea respetada como valor supremo. Según Raquel…”En la calle esto lamentablemente no ocurre debido a diferentes situaciones, algunos integrantes de la fuerza de seguridad, no sólo desprecian la vida, sino que son irresponsables en su función. Una muestra es que los jóvenes son los más perseguidos y muchos por
portación de rostro o por vivir en un lugar determinado.
¿Y que rol juega ante estos hechos el tomar concienciao no acerca de los Derechos que nos competen como
ciudadanos?
Desde nuestra juventud tenemos en cuenta la existencia de las libertades civiles, los derechos ciudadanos y los derechos humanos en general. Pero el hecho en el que MARIANO fue asesinado, nos pegó un sacudón, que nos volvió a meter en la militancia directa nuevamente, si bien desde el lado particular de una familia que lucha por justicia. A raíz de esta situación límite no cambia la concepción acerca de los derechos humanos, cambia que, uno es más conciente de que existe un sector vulnerable que no tiene sus necesidades básicas satisfechas y que en general por ciertas fuerzas policiales e incluso en la justicia hay un tratamiento distinto hacia aquel que sí las tiene.
¿Cómo te encontraste con esta realidad donde el trato policial y la justicia generan diferencias según la procedencia social?
Mira por ejemplo, un joven de un barrio humilde es difícilque tenga acceso a la justicia y que sea bien tratado en un tribunal, esto lo hemos visto, como se ha tratado a la madre de Riquelme, el ladrón que muere al lado de MARIANO, cuando ella tuvo que ir al tribunal, como su hijo había cometido un delito, parecía que el trato tenía que ser diferente, el trato tiene que ser el mismo, si uno comete un delito, tendrá que hacerse cargo del mismo y si es un delito grave, tendrá que ser privado de su libertad, pero nada más que eso, su vida de cualquier manera tiene que ser digna y tiene que tener todos los recursos, la defensa, el acceso a la justicia, que merece cualquier otro ciudadano ejemplar.
¿Qué es necesario para que los sectores socialmente vulnerables puedan acceder al ejercicio pleno de sus Derechos Humanos?
Desde el Estado, se han generado políticas públicas pero aún son insuficientes, tenemos una gran cantidad de la población todavía en la pobreza. Hay que generar las políticas públicas, para cubrir esas necesidades, por que un ser humano que no tiene sus necesidades básicas satisfechas, no puede comprender tampoco, verdades morales. Todos los sectores tenemos que aportar, partiendo de una definición, sobre que es seguridad, y de que hay principios que no son negociables, por ejemplo los derechos humanos. Partiendo de esta base, como sociedad, estamos preparados para discutir y generar desde el estado, estas políticas, por que el estado es el principal responsable de esto, pero desde la sociedad también, comprometiéndonos desde el lugarcito, cada uno en aportar a esto. Y creo que estamos en esto por que todavía hay sectores que marginan y excluyen. Sin inclusión no hay seguridad parar nadie.
Raquel, existen sectores de nuestra sociedad que reclaman mayores niveles de seguridad a través del endurecimiento de las normas vigentes y de la denominada política de “Mano Dura” ¿cuál es tu opinión al respecto?
Creo que hay algunos que lo hacen con una intencionalidad, para llevar agua para su molino, de apoyarse en la disconformidad de los sectores que han sido víctimas de hechos del delito o de los abusos de alguna índole, para no perder sus privilegios, y hay gente que desde el pueblo que es víctima le da crédito a discursos que realmente no pueden traer soluciones, en general cuando la cuestión se aborda por el tema de la represión del endurecimiento de las penas y de todo ese discurso de la mano dura, MARIANO, es una víctima directa del discurso de mano dura, de Carlos Ruckauf.
Ahora bien ¿cómo se puede revertir esta visión cuando cotidianamente los medios de comunicación nos muestran una realidad signada de hechos delictivos?
Los medios juegan en esto un papel muy importante, delito hay, pero no en los niveles que marcan los medios
y hay autoridades de aplicación, algunos jueces y algunos fiscales, que realmente son irresponsables en su función. Por ejemplo del 25% de los casos que llegan a juicio, hay un gran porcentaje que nunca debería de haber llegado a juicio, por que es una causa armada, por que no se investigó lo suficiente y los responsables en realidad del delito no son los que terminaron presos. Entonces los jueces ylos fiscales son también responsables. Sabemos que en algunos barrios, los pibes roban para la policía, la policía les cobra peaje, el paco muchas veces está relacionado a la policía, que en otros casos hay una connivencia política judicial y policial para que se produzcan estos hechos, el servicio penitenciario, las cárceles son depósitos de personas,
lugares indignos.
¿Es posible encontrar un camino común para encarar seriamente el problema de la inseguridad?
Una solución sería, tratar de salir a debatir con estos sectores y llegar a un consenso, acordar que es seguridad, por ejemplo lo que es seguridad para mi, no es seguridad para muchos, a mí no me da seguridad los móviles policiales en la calle, pero a otras personas si, entonces sentémonos debatamos, lleguemos a un consenso y a partir de allí, avancemos. Desde la provincia de Buenos Aires, desde el ministerio de seguridad, se firmó un acta acuerdo donde participaron empresarios, la iglesia, sindicatos, educación, ONG, se firmó, seguridad igual a ciudadanía más inclusión. Por supuesto que hay que seguir profundizandolo, es un inicio, pero uno va avanzando, este debate hay que
darlo en la sociedad.
¿Qué acciones concretas se llevan adelante desde el Plan Antimpunidad del cual formas parte?
Desde el programa, y a partir de una presentación judicial, se busca soslayar si en esa denuncia hay algún conato de impunidad. En ese caso, la denuncia ingresa al programa, y se trata de canalizar y que llegue a juicio, o se habla con los fiscales y los jueces para que reciban a las personas. Después de estos casos va a surgir una estadística y de allí políticas públicas que apunten a romper con estos mecanismos de impunidad presentes en todas las instituciones a nivel nacional.
¿Qué opinión te merece la existencia o no de políticas institucionales de Derechos Humanos en San Isidro y la Región Metropolitana Norte?
Para el caso de San Isidro, algunas cosas faltan, debería tener una dirección de derechos humanos, como todos los municipios, obligación impuesta por un decreto provincial.
En Vicente López hay un defensor del pueblo, mientras en San Isidro no lo hay. Esto marca una tendencia, siempre es una molestia que la ciudadanía tenga canales de expresión, por que es una puerta para el cuestionamiento. A pesar de que el lema de San Isidro es que San Isidro es distinto, no es demasiado distinto del resto de los municipios. Por ejemplo, los móviles de cuidado comunitario, muchas veces, siguen el patrón de todas las demás fuerzas de seguridad, de detener a los jóvenes morochitos, vendedores ambulantes, o cartoneros. Esto es el patrón de la seguridad que tiene una dirección social marcada y que a nosotros no nos satisface.
¿A qué le atribuís este temor o molestia institucional a la participación y control de los vecinos?
No debería ser una molestia, al contrario, por que de la participación uno se enriquece, de la diversidad surgen ideas más completas. Lo que sucede es que a algunos políticos no les gusta aceptar una mirada diferente, una mayor exigencia de transparencia en todas sus acciones. De todas formas tenemos que acostumbrar a nuestras autoridades a valorar la transparencia, ya que es lo que le permite a uno trabajar bien y avanzar como sociedad. En el plano local, los municipios están más cerca de los problemas, y las soluciones pueden llegar más rápido, deberían implementarse políticas de construcción de ciudadanía con más énfasis, más allá de que haya gente a la que no le agrada la participación comunal. Claro, esto promueve que el vecino se meta en los asuntos de gobierno, y pueden surgir cosas cuestionables de la administración, como por ejemplo lo ocurrido con el viejo hospital, que se impidió la venta a partir de la intervención de la asamblea de Beccar y varios vecinos.
Por último ¿Cuál es el significado que le asignas a la política?
Hay un descrédito de la política, que es injusto en buena medida, la política en sí, es una ocupación que debe existir, es legítima la representación política, la expresión de las ideas y el tratar de conseguir puestos de gobierno para ponerlos a funcionar de forma más conveniente. Ahora, aquí como en otros ámbitos, se han utilizado mucho los cargos públicos, no para servir a los ciudadanos, sino para servirse de ellos y enriquecerse, incluso para protegerse con fueros de la acción de la justicia. De esta forma la política manifiesta un descrédito generalizado, pero la ciudadanía tiene que comprender que los puestos públicos deben ser una carga. De la misma forma que ser testigo en un proceso judicial, es una carga pública, que uno está obligado con la ley, y cumplir con la ley no siempre es cómodo, ni para los gobernantes ni para los gobernados.
Tenemos que hacernos cargo de las obligaciones y si a veces reclamamos nuestros derechos con entusiasmo, debemos cumplir con nuestras obligaciones de la misma forma.